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Leni Riefenstahl: la maestra del documental durante el nazismo

Virgilio Lopez Duarte 3 octubre, 2018

Desde la invención del cinematógrafo, los documentales han sido uno de los géneros que más impresión han causado sobre el público, algo que, cierto es, cada vez se está diluyendo más ante el empuje de la ficción de Hollywood. En el siglo XX fueron muchos los regímenes totalitarios que utilizaron en su favor este nuevo arte para convertirlo en propaganda. El nacionalsocialismo imperante en Alemania en la década de los años 30 es uno de los mejores ejemplos.

Y dentro de ese mundillo de documentales de propaganda nazi había una curiosa estrella que destacaba por encima de todos. Era Leni Riefenstahl, una actriz bastante popular reconvertida en guionista y directora, que llevó a cabo seguramente los más importantes documentales dentro del nazismo, ensalzando la figura de Adolf Hitler en los primeros años de su ascenso al poder. Estos son algunos de los títulos más importantes de su carrera.

el triunfo de la voluntad

El triunfo de la voluntad

Encuadrada dentro de la trilogía de Nuremberg, el Triunfo de la Voluntad es seguramente el documental propagandístico más popular y efectivo jamás rodado. Riefenstahl acudió al congreso del Partido Nacionalsocialista en la ciudad de Nuremberg, en 1934, para tomar imágenes de aquél evento en el que se dieron cita más de 700.000 simpatizantes y militantes del partido. Las imágenes de Hitler arengando a las masas son ya parte de la cultura popular y de la historia, tanto política como social y también cinematográfica. El documental expuso las hazañas del partido Nacionalsocialista desde un prisma totalmente heroico y por eso hoy en día es obviado por muchos, aunque su influencia meramente estética es indudable en el cine posterior.

La victoria de la fe

Se trata de la primera parte de esta Trilogía de Nuremberg grabada en 1933 en el mismo congrego Nacionalsocialista en aquella ciudad, un año antes de El Triunfo de la Voluntad. Sería también el primer trabajo de Riefenstahl en colaboración con Hitler y los suyos, a pesar de que muchos de los altos mandos nazis protestaron por haberse escogido a una mujer en principio ajena al partido para llevar a cabo el documental. Sirvió de carta de presentación y mostraba ya el estilo que la directora alemana seguiría a lo largo de esa trilogía, quedando mejorado en su siguiente trabajo.

La luz azul

La primera película como directora de Leni Riefenstahl fue este poético y hermoso drama en el que ella misma interpretaba a la protagonista, una joven llama Junta que, por su carácter y por vivir en soledad, es considerada una bruja por los aldeanos que viven cerca de ella. Junta suele visitar una bellísima gruta de cristales entre las montañas, que brillan especialmente cuando la luz de la luna llena se cuela en ellas. Al descubrir los cristales, pensando que son fuente de riqueza, los aldeanos expolian la caverna, algo que dejará desolada a la protagonista. La película fue premiada en el Festival de Venecia y marcó el inicio de la carrera de esta directora.

leni riefenstahl

Días de la libertad: nuestras fuerzas armadas

Para terminar con su Trilogía de Nuremberg, Riefenstahl rodó un documental en el que se le dio un protagonismo absoluto al ejército alemán, incluyendo algunas escenas de simulación de batalla que serían también muy elogiadas posteriormente (en lo estético, se entiende) sirviendo de base para futuros clásicos del cine. La directora tomó un tono incluso más artístico en determinadas escenas de este documental, añadiendo toques vanguardistas e incluso expresionistas, que marcarían su camino hacia sus siguientes películas, sobre todo Olympia, un canto al deporte y a la belleza que fue malinterpretado por su simpatía hacia el gobierno Nazi.

Olympia

Las olimpiadas de Berlín, en 1936, trataron de ser un lavado de cara para el régimen Nazi que ya empezaba a provocar suspicacias entre muchos foráneos. La encargada de dejar en película todo lo que allí acontecía fue la propia Riefenstahl, creando un documental extensísimo de más de cuatro horas, llamado Olympia. Su relación con el partido Nazi haría que muchos, posteriormente, se negaran a ver este documental por pensar que volvía a ser pura propaganda.

Impresiones bajo el agua (Impressionen unter Wasser)

Alejada por completo de su estilo anterior, Impresiones Bajo el Agua fue la última película de la directora alemana, estrenándose poco antes de su muerte, para celebrar su 100 cumpleaños. La película está formada por imágenes de sus inmersiones submarinas en Papua y Nueva Guinea, décadas antes, componiendo un hermoso relato de corales y vida submarina que fascinó por su belleza estética.